viernes, 8 de septiembre de 2017



Por: Floridalma Alfonzo Guzmán
Tecate es una ciudad protagonista de la diversidad cultural, este día tuvimos la oportunidad de conocer al artista plástico, de talla internacional,  J.R., su visita a Tecate se debió a la instalación de su fotografía monumental ubicada en la franja de la línea internacional. En esta fotografía aparece la cara de un niño que se asoma a través del muro que divide México y Estados Unidos. El tema nació en su mente y corazón con un sueño, y ahora este sueño lo vemos materializado en su obra.

De origen francés y de padres migrantes, J.R. se dedica a establecer un diálogo a partir de lo que él hace: tomar fotos; sus intervenciones fotográficas en diversos países han permitido que los espectadores encuentren una multiplicidad de significados, que es en realidad lo que él busca, escuchar las voces de la gente a partir de una pieza artística ubicada en un espacio específico.
En esta ocasión la fotografía del muro fue la obra que permitió que la sociedad tecatense y las sociedades visitantes de México y otros países encontraran la propia explicación a “sus muros”, ya que existen muchos de ellos en sus espacios externos e internos.
De inmediato las respuestas de las personas se escucharon en distintos idiomas: un muro es una división, una pared, una puerta que se cierra, algo que cubre para que no veas al otro lado, es una línea divisoria que se utiliza para proteger un territorio, que divide fronteras, que evita que alguien entre, es una construcción fuerte utilizada de protección personal, que separa dos partes.

Y por otro lado la presencia de “ese niño que se asoma”  de esos ojos que miran desde su mente exenta de prejuicios y razonamientos de identidad cultural, ya que solo vemos esa mirada que llega al alma de los espectadores, que nos penetra y que significa la esperanza, el coraje para reconocer los muros que llevamos dentro: que son nuestras ideas, lo que pensamos, lo que hacemos y no hacemos, los sentimientos atrapados en nuestro interior, y que nos detienen por miedo, ese miedo sembrado en el corazón, en las ideas, esa barrera emocional anclada en el alma.
A la vez esta misma mirada te ofrece la manera para afrontar “esos muros” para reconstruirte por dentro, para encontrar la manera de superar cada muro, que bien puede ser encontrando una escalera para saltarlo simbólicamente, buscando ayuda y escalarlo, destruirlo; pero nunca rodearlo, o no cruzarlo, porque lo mejor de las voces, las respuestas más hermosas fueron las que reconciliaban nuestro muro al de una pared que sirve para dibujar, para expresarte, para permitir que aflore la belleza interna, porque el arte es una forma de libertad deseada, una cura transformadora, un vehículo que te impulsa a re iniciarte, que te salva.
Gracias J.R. por prestarnos por un rato tu muro. Aplausos desde mi corazón…

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